ES HUÉSPED DISTINGUIDO DE SALAMANCA
Homenajes a Álvaro Alves de Faria, puente
poético entre Brasil y Salamanca
Nuevos tributos al poeta que Salamanca homenajeó en 2007,
dentro del X Encuentro de Poetas Iberoamericanos, cuando se
le publicó una antología traducida por A. P. Alencart
Álvaro Alves de Faria en el Teatro Liceo / José Amador Martín
Reconocido en Salamanca, pero también reconocido en su país. Más de sesenta poetas de dieciséis Estados brasileños acaban de publicar una antología en homenaje al notable poeta nacido en São Paulo en 1942. Bajo la coordinación del poeta Jean Carlos Gomes y desde Volta Redonda (Rio de Janeiro), ha aparecido el volumen ‘Voces de Aço’, con una portada que lleva una foto de Alves de Faria tomada durante su homenaje salmantino. Dicho volumen contiene no sólo poesía de Faria o dedicada a él, sino también fotografías, bio-bibliografía y demás datos de su quehacer poético. Los poetas participantes provienen de Alagoas, Ceará, Espírito Santo, Maranhão, Mato Grosso do Sul, Minas Gerais, Paraná, Pernambuco, Rio de Janeiro, Rio Grande do Norte, Rio Grande do Sul, Santa Catarina, São Paulo e Distrito Federal, entre otros.
Álvaro Alves de Faria, siempre crítico e insobornable, es uno de los más notables poetas brasileños actuales. Cabe recordar que Salamanca, a través de su Ayuntamiento, homenajeó a Alves de Faria en el año 2007, dentro del X Encuentro de Poetas Iberoamericanos, declarándole Huésped Distinguido y publicando una antología de su obra bajo el título “Habitación de olvidos” (Edifsa, 2007, traducción de Alfredo Pérez Alencart). Actualmente es subdirector de la principal radio de São Paulo, mega-ciudad con más de 20 millones de habitantes. En poesía ha recibido los más importantes premios de su país, además del prestigioso Premio “Jabuti” de Prensa, por su labor como crítico literario. También están el Premio Anchieta de Teatro o sus novelas, algunas llevadas al cine. Su obra poética, publicada durante más de cuatro décadas, va desde Noturno Maior (1963) hasta Desviver (2015), pasando por Tempo final (1964), O serrado do viaduto (1965), 4 cantos de pavor e alguns poemas desesperados (1973), Em legítima defesa (1978), Motivos alheios (1983), Mulheres do Shopping (1988), Lindas mulheres mortas (1990), O azul irremediável (1992), Pequena antologia poética (1996), Gesto nulo (1998), 20 poemas cuase líricos e algumas cancoes para Coimbra (1999), Terminal (1999), Vagas lembranças (2001), Poemas portugueses (2002), A palavra áspera (2002), A noite, os cávalos (2003), Sete anos de pastor (2005), A memoria do pai (2006), Os meíhores poemas (2006), Bocas vermelhas-poemas para um recital (2006), Babel (2007), Inés (2007)… Alma afligida (2013), O uso do punhal (2013) o 67sonetos para uma Rainha (2014), entre otros libros. Trajetória poética, publicada en 2003 por la editorial Escrituras, reúne todos sus libros aparecidos hasta entonces. Esta obra obtuvo el Premio al mejor libro de poesía 2003, otorgado por la Asociación Paulista de Críticos de Arte.
HOMENAJE EN SÃO PAULO
También, el pasado 24 de noviembre, un grupo de poetas de São Paulo, miembros del colectivo ‘O Sarau Gente de Palabra’, liderados por Rubens Jardim y Davi Kinski organizaron un entrañable homenaje a Alves de Faria para celebrar los cuarenta años del célebre y contestatario ‘Sermão do Viaduto’. Los poetas que prestaron sus voces para leer dichos textos fueron Carlos Felipe Moisés, Raquel Naveira, Luis Augusto Casas, Valdir Rocha, Flora Figueiredo, Luiz Roberto Guedes, Beth Brait Alvim, Roberto Bricelli, Paulo Sposati, Hamilton Faria, Osvaldo Rodrígues y Carlos Soulié do Amaral. En dicho acto, el poeta homenajeado leyó su poema ‘Se busca’ y agradeció, señalando, entre otras cosas, lo siguiente: “Este homenaje no es sólo para mí, sino extensivo para todos. Es un homenaje a la propia poesía, a lo poetas rigurosos y honestos que felizmente todavía existen entre nosotros. La Poesía, en Brasil, se ha vuelto una especie de militancia (…) No sé si merezco todo esto, pero siempre seré agradecido. Seré agradecido a la poesía que tanto hiere cuando consigue abrir la palabra a la claridad del día que habrá de existir. Un día de todos. De los que están olvidados en las esquinas de la vida, como objetos rotos. No puede ser así. La poesía tiene que decir no. Es necesario decir no.”
Alves de Faria, desde São Paulo, ha prometido estar de nuevo en Salamanca el año 2016, para participar en el XIX Encuentro de Poetas Iberoamericanos y presentar un nuevo libro traducido por Montserrat Villar.
TRES POEMAS TRADUCIDOS POR A. P. ALENCART
SE BUSCA
Se busca a un hombre
que desapareció el día 14.
Llevaba zapatos negros
y vestía una especie de tristeza,
de esas que hay en cualquier lugar.
Acostumbra a hablar solo,
especialmente cuando camina.
Cuando desapareció
cargaba una bolsa
con algunos poemas sin palabras
y ciertos gestos suicidas.
Comía mangos
cuando desapareció.
También llevaba
dos estrellas muertas
en el bolsillo izquierdo
de la camisa.
Decía que no tenía nombre,
pero era por olvido.
Se busca a ese hombre
que se marchó con algunos secretos.
Dijo que iba a hablar con las piedras
y desapareció el día 14.
Quien tuviese noticia alguna
de su paradero
se ruega
no informar a nadie.
RECETA
Una tacita de veneno
es mucho más que un vaso de vino.
Si no, comprobemos:
una tacita de veneno adormece para siempre,
mientras el vino
sólo acalla ciertos momentos.
Una tacita de veneno tiene sabor de anís,
mientras el vino agrio se asemeja al vinagre
sorbido en cucharas de sobremesa.
Una tacita de veneno
es mucho más que un vaso de vino.
Con ajo, el veneno se multiplica
y no produce dolor alguno.
El vino engaña a la mente
y torna lentos los reflejos
para levantarse al inicio de la tarde.
Una tacita de veneno
es mucho más que un vaso de vino.
Mezclado en el café
el veneno parece té
y modifica la luz en una noche sin salida.
Una tacita de veneno
es mucho más que el césped y que el tiempo.
Es tan dulce
como un vaso de vino tinto
que la gente rompe y derrama en la mesa.
EL REPARTO DE LOS ALIMENTOS
La tierra se divide en dos partes,
una de ellos y otra de sus parientes.
¿Entonces por qué repartir entre nosotros
cuchillos y algo de alimento?
Huele a café y estiércol,
carneros caminan silentes
en el jardín de los confidentes,
donde todos lloramos
y desgarramos lo que resta del corazón.
Si hay un tiempo de morir
es éste.
Nada de postreras palabras
como este poema insiste en decir.
En este día 27 de abril de 1967
pido exilio a mi propio miedo,
como si pudiese esconderme
con tantos espejos a mi alrededor.
Por eso parte el pan
con el cuchillo puntiagudo del dedo
de la uña
salpicando la flor de vino,
y reparte, divide:
si la tierra es de ellos y de sus parientes,
sean nuestras las herramientas
que excavan
para enterrar nuestros propios cuerpos,
tomates, huevos, gallinas,
lechuga, col, plantas, pimienta,
arroz, vinagre, achicoria,
agua, frejoles.
La luz de los ojos es muy pequeña
para un mundo tan inmenso
que cabe en nuestra taza.