Poeta
Álvaro
Alves
de Faria

Canal do poeta

SALAMANCA 8

ALGUNS DOS POEMAS SELECIONADOS E TRADUZIDOS PELO POETA PERUANO-ESPANHOL ALFREDO PEREZ ALENCART DA OBRA DE ÁLVARO ALVES DE FARIA PARA A ANTOLOGIA “HABITACIÓN DE OLVIDOS”

 

HISTORIA

Tal como era su manera de ser
plantó la poesía en el fondo del huerto
como si así fuese posible
coger el poema futuro en su temporada propicia.
Como si fuese posible
en temporada propicia coger el poema
se pone a deambular por la casa
abriendo ventanas para un sol inexistente.
Para un sol inexistente
inventó lluvias
en el verdín de su techo
la casa detenida en el tiempo de su contemplación
los días antiguos muertos en los calendarios.
Esperó ese suicida vestido
con flor marchita en la solapa
que al abrir la ventana del día
viese en el huerto
la poesía que le fuera prometida.
Tal como era su manera de ser
inventó en la habitación una lluvia al atardecer
y se puso a observar la tierra
con los ojos ansiosos de un ave.
De nada valieron los juramentos parnasianos
ni tampoco las palabras gastadas:
de la tierra saltó solamente la profunda ausencia de todo
lo que no comprendió y por ella fue tragado.
No hay poesía ni poema en la circunstancia de las noches
donde pájaros se pierden heridos aleteando en las cortinas:
no hay ese sentir en la clausura del instante
el cristal troceado en la superficie del espejo de la sala.
Entonces vinieron otros septiembres y meses olvidados
en el líquido paisaje del mirar inerte de las paredes:
había pasado el tiempo como pasan las aves en los otoños
como pasan los barcos antes del naufragio.
Ese hombre no sabe más de las tardes laborales
ni de las fábricas de sus palabras ni de sí mismo
en la proximidad de su piel
contigua a la tierra de sus plantas.
En el fondo de su huerto ahora caminan rebaños
pastor que es de su viaje de retorno a su propio cuerpo:
hace un tiempo de mañanas claras
pero hay un temporal tras la puerta.
Tal como era su manera de ser
cerró su chaqueta de tardes
y se dejó quedar para siempre
entre el acaso y lo que no es.

 

CONSULTA

Mi médico
se mostró incrédulo
cuando le comenté
que me había convertido
en un pajarito.
Me dio remedios más fuertes
y me aconsejó
quedarme dentro de casa.
Agradecí sus atenciones,
le dije adiós
y salí volando por la ventana.

 

ÁLVARO,

echa tu demonio interior
y quédate vacío como un pozo.
Córtate el cabello
y deja que tu barba crezca más
sin motivo alguno.
Aparta el avión del cielo de tu boca
y deja que se oculte la nube
de tu nacimiento.
Corta la película de tu piel
e inventa otro mundo donde vivir.
Aquieta el escalofrío de tu rostro
y permanece inmóvil
dentro de tu chaqueta.
Aparta la sombra de tus dedos
y haz que pare el tiempo para siempre.
Elimina todos los instantes
y camina por la calle invisible de tu ser.
Echa de ti lo hiriente del grito
y párate delante de la venda del ojo
donde duermen los duendes.
Quédate dentro de ti,
donde no existes más
donde te hieres
y te dejas,
donde no estás.
Calla a las aves
en los gallineros de la mañana
entre trabajadores maltratados
cantando el himno nacional.
Reinventa el espejo del rostro
y cose la cicatriz más profunda
para redescubrir la sangre.
No busques
el tesoro de los hombres,
pero sí el anillo de la infancia
que se perdió.
Fuerza la búsqueda de ti
donde no te encuentras
ni te realices en los laberintos
donde te pierdes por completo.
Destruye el sueño
que antes soñabas
y que ya no está más
en tu armario.
Despierta después
y mata las palabras
para que todo vuelva a la normalidad.

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